Cómo los juegos online se pueden convertir en potentes plataformas de marketing.Todos los usuarios de redes sociales se han enfrentado en un momento u otro, a lo largo de su vida digital, al concepto de Social Gaming. En efecto, ¿quién no recibió en Facebook una invitación para Farmville, La Granja, Castleville, Mafia Wars u otra aplicación similar? ¿Quién no se ha bajado una aplicación de juego en su móvil en la que se podía jugar tanto de forma offline como online? Tenemos todos más o menos idea de que se trata de aplicaciones en redes sociales
con las cuales los usuarios van jugando con otros y consiguen construir una comunidad, una ciudad u otro objetivo, compartiendo los logros. El modelo Cloud que independiza los juegos de una consola o cualquier tipo de terminal determinado es un elemento revolucionario que confiere a los Social Games de nueva generación un potencial nunca logrado en esta industria, hasta el momento.
Detrás de su finalidad de entretenimiento, el Social Gaming es un modelo de negocio basado en el networking y la diversión. Por esta vía las empresas pueden promocionar productos y desarrollar una parte de su estrategia de comunicación y estrategia de marketing.
Según una infografía realizada por “Mashable” y publicada el mes pasado en , este tipo de juegos no para de crecer y de convertir a más adeptos. Según la web Reportarte, en 2011, nada menos que 250 miliones de usuarios de Facebook han jugado a Social Games en la red social y le reportaron, nada menos que un 12% de sus ingresos.
Si para la plataforma los Social Games son una fuente de ingreso obvia, las marcas también pueden aprovecharse de este medio, para lograr algunos de sus objetivos de marketing, sabiendo que tienen que estar donde están sus públicos.
¿En qué puede interesar el Social Gaming a las marcas?
Los juegos son experiencias positivas y en el caso de los Social Games logran crear comunidades 2.0 en las que las marcas pueden fomentar su reconocimiento, asociando su nombre a ellas de forma poco intrusiva y lúdica. Las empresas pueden dar visibilidad a sus marcas y productos de forma concreta, insertando publicidad en el juego, haciendo referencias explícitas a ellos o regalando (o vendiendo) artículos o servicios en el juego, válidos en la vida real. En estos casos, se habla de advergaming (del inglés advertising y game, publicidad y juego). Sin embargo, desde un punto de vista más global de marketing, estos juegos pueden tener aún más fines, como por ejemplo la recogida de datos.
Como a menudo la clave es sencilla y siguiendo la filosofía popular, siempre hay que crear puentes en lugar de levantar muros. De eso se trata aquí, tender puentes entre el mundo virtual y el mundo real.
La creación de negocios virtuales con ofertas canjeables en las tiendas reales permite pasar de un mundo virtual y de fantasía a un mundo real, a la tienda o la web corporativa de la empresa. Luego la imaginación y la creatividad de los departamentos de marketing, las agencias y los desarrolladores no tienen límites para crear hasta juegos enteros alrededor de una marca.
Las empresas proveen entretenimiento a cambio de nuestra atención. Los Social Games tienen varias ventajas sobre cualquier otro medio, entre otras, el elevado tiempo de contacto entre la marca y el potencial cliente (según Reportarte, se calcula que unos 81 millones de personas juegan en Facebook al menos una vez al día, dedicándole en total 9,5 horas a la semana.) y el hecho de basarse en redes sociales, donde la segmentación del target es tan precisa y monitorizable, permite apuntar a potenciales clientes muy receptivos y predispuestos.
Varios indicios nos hacen pensar que estamos al principio de un fenómeno de expansión de este mercado. La primera red social del mundo, Facebook, está actualmente llevando una estrategia de desarrollo de diversificación de alianzas con proveedores de Social Games, potenciando esta área justo antes de su salida en bolsa, prevista para el mes de mayo de 2012. El auge de los Smartphones también ayuda en este desarrollo, ya que las conexiones se llevan en el bolsillo, a cualquier lugar.